Los ciudadanos venezolanos y los retornados que se encuentran en Barranquilla y el Atlántico fueron escogidos por EL HERALDO como personaje del año, por cuenta de la coyuntura social que ha generado su llegada. Autoridades piden al Estado crear una política pública para poder atenderlos.
La llegada de miles de venezolanos a Barranquilla es un fenómeno que se agudizó en 2017, que crece con el pasar de los días y que parece no detenerse ante la mirada expectante de las autoridades locales y nacionales, y de los ciudadanos de a pie.
Aunque Barranquilla y el Departamento del Atlántico no son territorios fronterizos con el vecino país, también han recibido a cientos de familias venezolanas que han llegado a Colombia en busca de mejores oportunidades de vida y a miles de colombianos que retornaron al país, tras varios años de estadía en suelo bolivariano.
Esta situación ha generado dificultades a las administraciones Distrital y Departamental, que han tenido que destinar parte de su presupuesto para suplir las necesidades en salud y en educación que el fuerte grupo de personas ha traído consigo desde tierras de Simón Bolívar.
Por la coyuntura social que ha generado en Barranquilla y el Atlántico este suceso, EL HERALDO escogió a los venezolanos inmigrantes como personaje del año 2017.
Aunque es común ver a decenas de venezolanos vendiendo tinto y todo tipo de productos en el Paseo Bolívar, limpiando vidrios, ofreciendo agua y bebidas energéticas en los semáforos o viviendo en el parqueadero de la Terminal de Transportes, no existe un censo que determine cuántos de ellos y desde qué fecha se encuentran viviendo en Barranquilla.
Según Migración Colombia, durante lo corrido de año han entrado 124.208 venezolanos por el paso fronterizo de Paraguachón, en el departamento de La Guajira, pero a su vez han salido 78.033 de ellos.
La entidad aclaró que la diferencia entre los entrantes y salientes no implica que estas personas se hayan quedado dentro del territorio nacional, ya que pudieron haber abandonado el país por otro puesto de Control.
Es decir, no se puede establecer cuántos se han quedado, ni mucho menos cuantos llegaron hasta Barranquilla.
Otro de los factores que inciden en que no se pueda establecer el número de inmigrantes venezolanos que llegaron a suelo barranquillero, es que no existe control con el paso de personas que cruzan la frontera ilegalmente por las denominadas trochas.
Según Janiel David Melamed, PHD en Seguridad Internacional y profesor del Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad del Norte, la mayor dificultad para cuantificarlos es que se trata de una población “muy numerosa”, sobre la cual, en muchos casos, las autoridades solo tienen control de su acceso.
Una vez en territorio colombiano —explicó Melamed— son población “golondrina”, es decir cambian constantemente de ciudad, dependiendo de cómo les haya ido económicamente en los lugares adonde llegan inicialmente. “Si no les va bien en Barranquilla, se van para Cartagena, o sino para Bucaramanga, Medellín o Bogotá. Se plantean periodos de prueba de dos o tres meses y van rotándose en la medida de sus posibilidades, por este motivo es difícil llevar un control”, detalló el experto.
La Personería Distrital de Barranquilla informó que en lo corrido del año más de 10 mil venezolanos se han acercado a pedir ayuda al Distrito. La cifra aumenta a 17 mil, si se suman los que se acercaron en 2016.
El personero de Barranquilla, Jaime Sanjuan, indicó que desde 2015 vienen atendiendo venezolanos que se acercan a pedir ayuda económica, laboral, de salud y de educación para los menores de edad.
Sostuvo que, como Ministerio Público, siempre han alertado de la situación que se vive en la ciudad, pero no han encontrado ningún tipo de solución.
“No hay una ruta de atención para estas personas, es por esto que este año se nos han incrementado todas las solicitudes de las personas que vienen del vecino país, vienen con problemas económicos y de salud”, manifestó Sanjuan.
De igual forma, el personero afirmó que han recibido apoyo por parte del Distrito para poder atender a las personas en materia de urgencias médicas, pero que al momento de necesitar tratamientos médicos más complejos no se les pueden brindar, debido a que no cuentan con documentación y, por tanto, tampoco pueden acceder al Sisben.
“En los últimos meses estamos atendiendo entre 30 y 40 personas con nacionalidad venezolana y también a quienes vienen con niños nacidos en Venezuela pero que son colombianos”, precisó Sanjuan e indicó, además, que han interpuesto más de 2.500 tutelas para que estos menores puedan ser recibidos en las instituciones educativas públicas del Distrito, las cuales han ido recibiendo a los niños en las aulas de clase.
Sanjuán advirtió que la situación “se ha salido de las manos”, debido al panorama que se ve en las esquinas y semáforos de la ciudad. “Hemos hecho visitas a Juan Mina y hemos encontrado casas en las que viven 20 y hasta 30 personas. Vemos que las condiciones son inhumanas, por eso el Gobierno debe buscar una solución inmediata”, enfatizó el personero.
El Distrito de Barranquilla, desde la Secretaría de Gobierno, informó que solicitó a Migración Colombia que, de acuerdo a la necesidad y a los requerimientos de una ciudad de la importancia de Barranquilla, era “necesario” el fortalecimiento de su sede en la ciudad, para convertirla en una oficina regional, que esté dotada con el número de funcionarios adecuado para cubrir la demanda de extranjeros que se viene presentando.
De igual forma, precisó que desde las diferentes dependencias de la Alcaldía se está trabajando en la realización de acciones en salud, educación y en legalidad de los empleos en los establecimientos de comercio de la ciudad.
Clemente Fajardo, secretario de Gobierno, informó que también han realizado operativos en puntos estratégicos, en conjunto con la Secretaría de salud Distrital, en donde han identificado personas que, de manera irregular, han ejecutado procedimientos estéticos y odontológicos sin tener títulos o capacitación para desarrollarlos, poniendo en riesgo la salud de los ciudadanos.
“Los operativos de control se seguirán llevando a cabo en diversos puntos de la ciudad y contarán con funcionarios de Migración Colombia, Policía Metropolitana, Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, entre otros”, detalló el funcionario.
Asimismo, señaló que la Alcaldía cuenta con una ruta de identificación para los venezolanos que se acerquen a cualquier dependencia del Distrito, en donde de manera “inmediata” la persona es trasladada con la información pertinente hasta Migración Colombia, quien es el responsable de la política pública. “Migración procede a hacer lo que corresponde, de acuerdo a lo establecido por la ley”, sostuvo Fajardo.
La Gobernación del Atlántico, a través de la Secretaría del Interior, realizó un censo por los municipios del departamento en donde han llegado la mayoría de retornados, es decir, colombianos que vivieron muchos años en Venezuela, pero que debido a la actual situación del vecino país decidieron regresar a su lugar de origen.
Según la caracterización realizada por las autoridades, más de 3.400 familias retornaron al Departamento luego de su estancia por años en Venezuela. De acuerdo con Migración Colombia, el 52,3% de colombianos en condición de retorno en la región Caribe residían en el Atlántico antes de partir, mientras que 11,4% provenían del Magdalena y el 4,7% de Bolívar.
Con el fin de hacerle frente a la crisis, la Gobernación del Atlántico, en conjunto con los mandatarios de otros departamentos de la Región Caribe, plantearon al Gobierno Nacional estrategias que permitan atender la situación, no solo de los colombianos retornados, sino también la de los venezolanos.
Entre las estrategias se encuentra la posibilidad de que el Atlántico sea incluido en el Plan Fronteras para la Prosperidad, instrumento diseñado por el Gobierno para atender el fenómeno migratorio en los departamentos que no son fronterizos, pero que son receptores de una gran cantidad de población migrante.
Guillermo Polo, secretario del Interior del departamento, indicó que Cundinamarca ya hace parte de este plan, por lo que desde la administración del gobernador Eduardo Verano están haciendo todas las gestiones necesarias para que el Gobierno Nacional apruebe esta iniciativa.
Explicó que actualmente la crisis se está abordando con base en criterios de gestión de riesgos y no como política pública de carácter migratorio definitiva.
Polo detalló que los mandatarios requieren que a través de un documento del Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes), se orienten acciones integrales y estructurales para atender la crisis humanitaria.
“A través del Conpes se establecen políticas, recursos, estrategias, hojas de rutas y eso se lo que están requiriendo los gobernadores ya que actualmente la situación se está manejando desde el 2013 bajo criterios de gestión de riesgo”, indicó el secretario del Interior, Guillermo Polo.
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