Jesús Guerrero es un hombre de origen campesino, oriundo de un municipio de Boyacá llamado Jenesano. Antes de cumplir la mayoría de edad, “Chucho”, como lo llaman sus amigos, se desplazó hacia la capital del país en busca de mejores oportunidades. Fue allí donde consiguió trabajo como mensajero, aprendió todo sobre esta profesión y pocos años después fundó lo que hoy conocemos como Servientrega. Si, Jesús Guerrero no solo es el fundador y máximo accionista de la empresa líder en mensajería en Colombia, sino que además es la cabeza de otras 43 empresas con presencia en ocho países del continente.
Este hombre de altura media, que no se quita su típica ruana boyacense ni para dormir, ha decidido que quiere ser presidente de Colombia y que va a luchar para conseguirlo, así como ha trabajado incansablemente para construir lo que hoy tiene.
¿Por qué un empresario próspero y con una vida tranquila quiere meterse en una locura como lo es ser presidente de Colombia? Sencillo, porque cree que con su experiencia e ideas puede cambiar el país y por consiguiente, el futuro de las nuevas generaciones.
Jesús Guerrero tiene una visión diferente de país, él piensa que a los niños hay que prepararlos desde el colegio para crear empresa y no para ser asalariados, cree también que la paz no se logra a punta de acuerdos ni de bala, se consigue dándole a la gente la oportunidad de educarse, de trabajar, de crecer y de tener una vida digna y feliz.
“Chucho” está seguro de que puede ganar, sabe que nunca ha hecho política y que por lo tanto su nombre nunca ha estado relacionado con corrupción ni con escándalos. También que la gente sabe que no necesita dinero, que sus intenciones son absolutamente genuinas y que su origen humilde es prenda de garantía de que va a trabajar en pro de los menos favorecidos. Jesús Guerrero sabe que puede ser ese candidato diferente que muchos están esperando para salir a votar convencidos de por quién lo están haciendo.
