Si usted va a visitar el Museo del Caribe, el primer museo regional de Colombia, encontrará que los años no le han pasado solos. Algunas salas no funcionan, hay funciones deshabilitadas, equipos dañados, deterioro en algunas estructuras, y un aire acondicionando que no da abasto.
Ese tipo de daños sumados han llevado al Parque Cultural del Caribe a una crisis financiera por el desfase de unos $1.000 millones y al no pago de dos meses de salario a sus trabajadores. Esa deuda suma $200 millones.
Para este año el Consejo Directivo del complejo cultural había fijado un presupuesto de $70 millones para mantenimientos, pero terminó en inversiones de hasta $550 millones.
La directora de la entidad, María Eulalia Arteta, explicó que este desequilibrio económico se originó por tres motivos: costos excepcionales, disminución de ingresos y gastos adicionales en la construcción del Museo de Arte Moderno.
“El Parque Cultural es como un carro, cuando estaba nuevo no te exigía tanto gasto en mantenimiento, pero después de unos cuantos años ya debes hacer más esfuerzos. Esta obra tiene más de 10 años y ya los equipos y la estructura no piden el mantenimiento convencional, sino una reinversión”, expresó Arteta. Ese ‘reforzamiento’ superaría los $3.000 millones, precisó.
Ante esa situación, el secretario de Cultura de la Alcaldía, Juan José Jaramillo, quien integra el Consejo Directivo del Parque, reconoció que “hubo una falla al momento de hacer el presupuesto”. Señaló que, pese a eso, “estamos estudiando todas las alternativas para tener nuevas formas de financiamiento y recibir nuevos recursos que nos permitan salir de ese déficit”.
Daños
La principal urgencia del Parque Cultural, según admitió la directora, es el cambio del sistema de aire acondicionado. Durante un recorrido del equipo periodístico de EL HERALDO se pudo evidenciar que en espacios como ‘Metáfora de los objetos’, donde se exhiben más de 100 herramientas, la temperatura se mantiene con un pequeño abanico, porque “ya no da abasto”.
“Por los daños en el aire debimos rebajar el costo de la entrada, que pasó de $14.000 a $7.000, y también dejamos de ofrecer cenas o eventos al interior del museo porque el aire no funciona”, explicó la directora Arteta.
En la Plaza Mario Santodomingo, escenario de eventos reconocidos como la Noche del Río, Carnavalada y Carnaval de las Artes, el talud, el piso en piedras y el sistema de iluminación se encuentra deteriorado. Durante este año se invirtieron en nuevas tablillas de madera, rejillas y tubería.
Adentro, en el museo, los daños son más visibles. El dispositivo de Tradiciones Culinarias, que funcionaba como una mesa interactiva para los visitantes, no sirve hace un año.
Además, de las nueve ventanas que proyectan un corto documental con audio, en la sala Palabras, dos están dañadas desde octubre. En ese mismo estado se encuentran dos de los cinco biombos de la oralidad, que funcionan como tejido para proyectar testimonios del Caribe colombiano, entre otros dispositivos.
¿Y la solución?
Esta semana el Consejo Directivo del Parque sostendrá un encuentro con el presidente de Findeter, Carlos Correa, con el fin de agilizar la entrega de recursos que esa sociedad retornaría al escenario, teniendo en cuenta que este es coadministrador en la construcción del Museo de Arte Moderno de Barranquilla. Ese ‘aporte’ equivaldría a $870 millones.
“Lo más urgente es conseguir recursos para pagarles a nuestros 58 empleados que con tanto compromiso vienen a trabajar cada día. Luego buscaremos nuevas fuentes de ingresos, refinanciar las deudas y una inyección de capital”, señalo Arteta.
Actualmente el Parque Cultural del Caribe se sostiene gracias a los recursos del Gobierno Central, a través del Fondo Nacional de Regalías, el Ministerio de Cultura, el Museo Nacional, el ICFES, Colciencias, Fonade y el Plan Caribe.
Además, recibe aportes del Departamento del Atlántico y la Alcaldía de Barranquilla, que este año alcanzaron los $2.000 millones. Esos dineros, precisó Arteta, representan el 40% de los ingresos. Los aliados privados, como empresas y fundaciones, apoyan en un 20%, mientras que los ingresos por taquilla, así como los servicios de eventos, restaurante y tienda constituyen el 30% de las ganancias. El 10% restante, según la directora, proviene de proyectos especiales.
“El museo no es un proyecto comercial por tanto la salida a esta crisis no está en incrementar los precios para que las personas paguen más porque eso desvirtuaría nuestra misión como entidad privada sin ánimo de lucro y es que las personas con menos recursos puedan venir”, expresó Arteta.
El parque
El complejo cultural ubicado en el Centro Histórico cuenta con 22.000 metros cuadrados de área que acogen la Biblioteca Infantil Piloto del Caribe, un Salón de Eventos Múltiples y una plaza pública de 12.000 mts2, zonas de juegos infantiles, amplias zonas verdes, la Mediateca Macondo, un centro de documentación especializado en la obra de Gabriel García Márquez y la Cocina del Museo, restaurante especializado en la gastronomía del Caribe colombiano.
ELHERALDO