Israel tachó este domingo de «acto odioso de terrorismo antisemita» el asesinato en Emiratos Árabes Unidos de Tzvi Kogan, un rabino ultraortodoxo de nacionalidad israelí y moldava, que ha desatado una ola de indignación en el país. Kogan estaba desaparecido desde el jueves, según indicó la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado hebreo. Su muerte «es un acto odioso de terrorismo antisemita», denunciaron en un comunicado conjunto. Y destacaron que «el Estado de Israel usará todos los medios a su alcance para garantizar que se haga justicia y que los responsables de su muerte rindan cuentas»,
Kogan había contraído matrimonio hacía seis meses, era un emisario del Jabad-Lubávich, un movimiento jasídico ultraortodoxo que busca reforzar la identidad judía y acercar a los judíos a su fe en el mundo, según detallabanlos medios israelíes. Su esposa, Rivky, es ciudadana estadounidense, cuyo tío, el rabino Gavriel Holtzberg, murió en los ataques terroristas de Mumbai de 2008. Kogan dirigía una tienda de comestibles kosher en la ciudad de Dubái, «donde los israelíes han acudido en masa para comercio y turismo desde que ambos países establecieron lazos diplomáticos en los Acuerdos de Abraham de 2020», afirma AP.
Los Emiratos Árabes Unidos tienen una pequeña comunidad judía, que se estima que cuenta con miles de miembros. De hecho, como indica la CNN el año pasado, el estado del Golfo inauguró su primera sinagoga construida con ese propósito. «El complejo interreligioso, llamado «Casa de la Familia Abrahámica», también alberga una mezquita y una iglesia», apuntan.
Tras su secuestro, la oficina de Netanyahu aclaraba el sábado que el Mossad, el servicio israelí de inteligencia exterior, había iniciado una investigación para intentar averiguar más detalles sobre el caso.
Cabe señalar que la agencia de noticias estatal WAM de los EAU si bien había informado de la desaparición de Kogan, también señalaba que no reconocía su ciudadanía israelí, sino que se referían a él únicamente como procedente de Moldavia. Mientras que el Ministerio del Interior emiratí en el momento de su secuestro calificó el caso de Kogan como de «desaparecido y fuera de contacto».
Tras el hallazgo de su cuerpo, las autoridades emiratíes han mantenido un estricto hermetismo y no han hecho comentarios a los medios. Por ahora, no han dado detalles sobre el lugar donde se encontró el cadáver, ni sobre las circunstancias que han rodeado su asesinato o si tienen ya identificado algún sospechoso.
Por su parte, el presidente israelí, Isaac Herzog, en la red social X ha escrito: «Este despreciable ataque antisemita nos recuerda la inhumanidad de los enemigos del pueblo judío». Y ha indicado que confía en que las autoridades del país pondrán los recursos necesarios para esclarecer los hechos. Y el ministro israelí de Defensa, Israel Katz, denunció a su vez que estamos ante «un crimen terrorista antisemita cobarde y despreciable«.