Elon Musk presentó el miércoles sus planes para su nuevo rol como «zar de la eficiencia», anunciando una ofensiva contra el gasto y la plantilla federal respaldada por los poderes ejecutivos del presidente electo Donald Trump y una Corte Suprema conservadora.
En The Wall Street Journal, el hombre más rico del mundo declaró que su objetivo son cientos de miles de millones de dólares en gastos gubernamentales, incluidos los fondos para la radiodifusión pública y la organización pro derechos al aborto Planned Parenthood. También señaló que la burocracia representa una «amenaza existencial» para la democracia estadounidense.
El CEO de Tesla y SpaceX afirmó que, junto con el empresario y leal a Trump Vivek Ramaswamy, trabajarán para reducir las regulaciones federales y lograr importantes recortes administrativos y ahorros de costos.
«Somos emprendedores, no políticos. Serviremos como voluntarios externos, no como funcionarios o empleados federales», escribieron Musk y Ramaswamy en sus declaraciones más detalladas desde que Trump los designó como líderes del nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).
Musk indicó que DOGE elaborará una lista de regulaciones emitidas por agencias gubernamentales sin la aprobación del Congreso, que Trump podría invalidar mediante órdenes ejecutivas.
«Cuando el presidente anule miles de estas regulaciones, los críticos dirán que se trata de un abuso de poder ejecutivo. De hecho, será corregir el abuso de poder de miles de regulaciones promulgadas sin autorización del Congreso», afirmó Musk.
Agregó que la reducción de regulaciones abrirá el camino para «recortes masivos de personal en la burocracia federal» y que DOGE buscará reducir más de 500 mil millones de dólares en gastos gubernamentales.
«Con un mandato electoral decisivo y una mayoría conservadora de 6-3 en la Corte Suprema, DOGE tiene una oportunidad histórica para realizar reducciones estructurales en el gobierno federal», concluyó Musk.