Hizbolá e Israel han llegado a un acuerdo de alto el fuego en Líbano de 60 días. Así lo ha adelantado la agencia de noticias Reuters, después de que el Gabinete de seguridad estuviera reunido durante unas horas para decidir aprobar o no ese cese de la hostilidades.
En un discurso televisado, el primer ministro, Benjamin Netanyahu, ha asegurado que «devolverán a todos los ciudadanos al norte» del país.
En la intervención, el líder israelí dice que la duración del alto el fuego «depende de lo que suceda en el Líbano». Asegura que Israel tiene un «entendimiento» con Estados Unidos y que mantendrá su «plena libertad para realizar operaciones militares si Hizbolá intenta atacarnos».
Israel siguió bombardeando posiciones de la milicia en el Líbano, al tiempo que el gobierno discutía un eventual alto el fuego con el movimiento islamista proiraní. Los bombardeos masivos continuaron contra los suburbios del sur de la capital libanesa, donde Israel anunció haber alcanzado «20 objetivos terroristas» de Hizbolá, tras llamar a la población a evacuar. Se trata de la mayor orden de evacuación desde el inicio de la guerra para los suburbios de Beirut.
Blinken desde Roma
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, durante la reunión del G7 en Roma, restó importancia a la última serie de ataques israelíes sobre Beirut y afirmó que «los cohetes, misiles… que van en ambas direcciones» subrayan la necesidad de un alto el fuego.
En octubre, el Gobierno libanés y Hizbolá rechazaron una propuesta anterior respaldada también por Estados Unidos y que daba a Israel permiso para continuar atacando al Líbano durante un periodo de dos meses.
Con Estados Unidos como principal impulsor de este cese de las hostilidades, Joe Biden se marca una victoria diplomática en las últimas semanas de presidencia. Según la web estadounidense Axios, el acuerdo se basa en un proyecto estadounidense que prevé una tregua de 60 días durante la cual Hizbolá y el ejército israelí se retirarían del sur de Líbano para permitir que las tropas libanesas se desplieguen en la zona. Hizbolá no ha sido parte directa de las conversaciones, en las que el Gobierno libanés ha dado garantías de que la milicia cumpliría los términos del acuerdo.
Cese de 60 días
Este cese de las hostilidades de 60 días tiene como objetivo implementar la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, con la esperanza de que pueda servir de base de una tregua duradera.
La Resolución 1701 se adoptó para poner fin a un conflicto entre Israel y el Líbano en 2006 y mantuvo una relativa calma en la zona durante casi dos décadas hasta el día después del ataque de Hamás contra Israel el 7 de octubre.
Esta resolución y el consiguiente despliegue de la misión de la ONU en el sur del Líbano ha estado en entredicho, sobre todo en los últimos meses, por la poca operatividad en terreno al no impedir que, por ejemplo, Hizbolá ocupe el sur del Líbano y deje de acumular armamento pesado.
Un alto mando del Ejército israelí mostraba a ABC su decepción y enfado con esta resolución, que ha sido un fracaso. La resolución de la ONU, vigente, debía garantizar la retirada de Hizbolá al norte del río Litani, a unos 30 kilómetros de la zona de demarcación entre Líbano y Hizbolá, conocida como Línea Azul. Unifil (la misión de la ONU), por su parte, asegura que no ha fracasado y se atribuye parte del mérito por los 17 años de relativa calma en la frontera. Así lo recordaba el portavoz de la misión, el italiano Andrea Tenenti, en una entrevista con este periódico.
Monitoreo de Estados Unidos
Ahora, según el plan de alto el fuego propuesto, Estados Unidos lideraría un comité de monitoreo internacional de cinco países que actuaría como árbitro en caso de infracciones, y se informa que Estados Unidos ha ofrecido apoyo garantizado a las operaciones militares israelíes en la frontera en caso de que Hizbolá lance un ataque o reconstituya sus fuerzas al sur de Litani.
En lo que va de guerra entre la milicia libanesa e Israel, han muerto más de 3.700 personas en Líbano, la mayoría de ellas desde que Israel lanzó una ofensiva militar contra el grupo en septiembre, según el Ministerio de Salud libanés. Más de un millón de personas han tenido que huir del sur, según el Gobierno libanés.
Por su parte, los ataques con cohetes y drones de Hizbolá, en un intento de ayudar a Hamás, su aliado palestino, causando muerte y destrucción y desplazando a miles de civiles del norte de Israel.
El periodista y analista israelí, Zvi Bar’el, escribe en su columna en ‘Haaretz’, que Israel podría firmar un acuerdo de alto el fuego con el Líbano, pero Irán será quien garantice el cumplimiento del Hizbolá
«El gobierno libanés y su ejército son débiles y no serán capaces de hacer frente al poder militar de Hizbolá, y cualquier intento de desarmar a la organización podría poner en riesgo una guerra civil en el Líbano. Sólo Irán puede garantizar que la organización respete el acuerdo con Israel. Al hacerlo, Irán también soportará el estatus de Hizbolá en el tejido político del Líbano y su alcance de influencia en él», escribe el analista.