Tras el asalto al hospital de Al Shifa , la captura del puerto toma del oeste y la toma de Al Shati, el Ejército clama victoria al oeste de la Ciudad de Gaza y anuncia el inicio de una nueva fase en la operación terrestre. La presión internacional apenas se percibe en los despachos del Ministerio de Defensa en Tel Aviv y el discurso que se repite es que «no habrá alto el fuego hasta que Hamás libere a los rehenes», insiste cada día Benjamín Netanyahu. Cuesta encontrar voces críticas con la marcha de la guerra en Israel, un país en el que «la sociedad ha optado por el odio, la rabia para vengar el brutal ataque de Hamás del 7 de octubre», opina Yehuda Shaul, fundador de Breaking The Silence, grupo de veteranos del Ejército que lleva dos décadas denunciando los excesos de la ocupación . Dos miembros del grupo perdieron la vida durante el asalto de Hamás a los kibutz (comunidad agrícola) próximos a la verja de separación. Netanyahu es tan apoyado desde el exterior como cuestionado dentro de su país, donde un amplio sector de la población le ve como máximo responsable del error de seguridad que abrió las puertas a Hamás y costó la vida a 1200 personas en las localidades próximas a la verja de separación, por eso las familias de los rehenes y desaparecidos han organizado una marcha de protesta que culminará a las puertas de su residencia. En el seno de estos familiares también se percibe el malestar con la estrategia del gabinete de guerra porque siente que anteponen el avance de la operación terrestre en Gaza a la negociación por los suyos.Noticia Relacionada estandar No La ‘guerra de rehenes’ de Israel, el por qué de una historia de 7.000 prisioneros palestinos a cambio de 27 israelíes, y de una unidad secreta Alexia Columba Jerez Los militares de Sayeret Matkal han sido los encargados de desplegar numerosas operaciones contra diversos grupos terroristas para rescatar a sus compatriotas« Esta vez Hamás golpeó primero y lo hizo de una manera terrible, por lo que la operación militar posterior no tiene nada que ver con ofensivas anteriores . Cuando la sangre está hirviendo es muy difícil tomar decisiones racionales. Lo que debemos dejar claro es que los crímenes de guerra cometidos por Hamás no justifican que nuestro Ejército no deba respetar la ley internacional», piensa Shaul.Cada vez más dudasLos días pasan, la guerra avanza y aumentan las dudas sobre el día después. El fundados de Breaking The Silence adelanta que «veremos unas protestas sin precedentes en la historia de Israel, mucho mayores que las de la reforma judicial. La gente quiere explicaciones por lo ocurrido el 7 de octubre y demandará un cambio de gobierno, no tengo ninguna duda, allí estarán los miles de reservistas que se han sumado a la guerra». Netanyahu no es ajeno al sentir popular, trata por todos los medios de mostrarse como libre de responsabilidades y señaló a los servicios de inteligencia y al Ejército por no haberle avisado del riesgo de una operación de Hamás.Los días pasan, la guerra avanza y aumentan las dudas sobre el día despuésAdemás de las protestas masivas en Israel, Shaul piensa que «es hora de que la sociedad se de cuenta que nuestro problema es con los palestinos, con las décadas de ocupación y cerco sobre Gaza y que la fuerza nunca lo resolverá, es necesaria una solución política para que palestinos y judíos podamos vivir juntos en esta tierra». Estas palabras están muy alejadas del discurso oficial del actual gobierno donde los sectores ultranacionalistas sionistas apelan a la anexión de Cisjordania y la reocupación de Gaza.