Daniel Calderón, una de las voces más reconocidas del vallenato, compartió aspectos poco conocidos de su vida en una reciente entrevista con Los Impresentables de Los 40 Colombia. El artista habló sobre su relación con la modelo Sara Uribe.
Daniel Calderón aclaró que la fama y la presión mediática complicaron el romance. “Mi relación con Sara empezó antes de que ella saltara a la fama, entonces fue una sorpresa. Yo soy más reservado, y tener una pareja en boca de todos fue complicado”, confesó.
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Aunque Daniel Calderón prefirió no entrar en detalles específicos de la ruptura, sí dejó ver que la fama de su entonces pareja provocaba tensiones. “No soy celoso, pero la manera en que funciona el mundo del entretenimiento es complicada… uno tiene que dar espacio y no andar como un perro cuidando algo”, agregó, aclarando que no se refería directamente a Sara, sino a la dinámica general que los rodeaba.
A pesar de las idas y vueltas, la relación de cinco años llegó a su fin en 2016, una ruptura que fue ampliamente comentada en su momento. Años después, Sara Uribe mencionó que aún guarda “mucho cariño y admiración” por el cantante, quien ha preferido mantener los detalles en privado.
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Durante la entrevista, Daniel Calderón también estuvo acompañado por su padre, Iván Calderón, uno de los compositores más importantes del vallenato colombiano. Sorprendentemente, Iván confesó que nunca quiso que su hijo siguiera sus pasos en la música, a pesar de reconocer su talento. “Yo sabía que Daniel cantaba, pero quería que mis hijos tuvieran una carrera convencional. No quería que pasaran por las mismas humillaciones y sacrificios que yo viví”, reveló Iván.
Iván Calderón compartió que en su trayectoria como compositor tuvo que esforzarse al máximo para conseguir reconocimiento y estabilidad, una experiencia que no deseaba para Daniel. Sin embargo, los deseos del padre no lograron frenar la pasión del joven Calderón, quien confesó que, por el bien de su padre, consideró dedicarse a algo diferente. “Siempre pensé en ser obediente y crecer con ese dilema. Pero también sabía que la música era mi pasión, así que decidí ser disciplinado para convencer a mi papá de que esta era mi vocación”.
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