E l reloj marca las 3:30 de la madrugada y desde hace media hora Juan Hernández ya está en pie organizando la carretilla que tendrá que empujar por más de 10 kilómetros para recolectar material reciclable de las calles y bolsas de basura, ubicadas en los bordillos de las viviendas.
Aunque los 79 años que carga a cuestas se reflejan en las facciones de su rostro, Juan, sobreviviente de la matanza de recicladores que ocurrió en 1992, tiene la energía y el estado físico de un joven, producto de los casi 40 años dedicados a las labores de reciclaje en las calles de Barranquilla.
Luego de despedirse de sus tres perros, que asegura son los que le cuidan el sueño mientras duerme en una casucha en la calle 30, a un costado del arroyo Don Juan, da inicio a su jornada laboral cuando el reloj marca las 3:50 de la madrugada.
Juan empieza el recorrido por la calle 30 con carrera 4, en el barrio Universal, mientras empuja su carretilla, que lleva adentro un gran saco en el que empezará a guardar los materiales que vaya recolectando, avanza de prisa para llegar a la primera cuadra que va registrar. Antes recoge un par de botellas que se tropieza en el camino.
Entra a la primera cuadra y estaciona su carretilla a un costado de la calle. Empieza a abrir una por una las bolsas de basura que están sobre las terrazas o andenes de las viviendas. Mientras las revisa con cuidado, va sacando de ellas botellas de vidrio, botellas plásticas, pedazos de hierro, aluminio y cajas de cartón.
“Cuando uno mete la mano en la bolsa de basura tiene que estar preparado porque se puede encontrar con todo tipo de cosas, muchas de ellas desagradables”, advierte Juan y recuerda que se ha encontrado con excremento de mascotas, libros, prendas de plata y oro, y hasta dinero en efectivo.
Aunque la labor que realiza representa un riesgo de salubridad, él la lleva a cabo de manera rudimentaria y sin ningún tipo de protección. “Dicen que ahora nos van a dar nuevos uniformes, guantes y demás, aunque uno ya está acostumbrado a hacer su trabajo así, nunca está demás que nos brinden eso”, manifiesta.
Mientras sigilosamente continúa recorriendo las cuadras del barrio Universal, que aún están oscuras y solitarias, en las que solo se escucha a lo lejos el ruido de los carros que pasan en la avenida principal, Juan manifiesta su inconformidad frente a los estereotipos de la sociedad, que —según él— ven a los recicladores como personas indigentes, sucias y vagabundas.
“El reciclaje no solo es mi sustento, es todo lo que tengo, el día que no pueda reciclar, ese día desaparezco”, dice el hombre, que a pesar de llevar ya un par de kilómetros empujando su carretilla, que cada vez es más pesada, no se le nota el cansancio.
El reloj marca un poco más de las 6:00 a.m. Luego de recoger más de 30 kilos de desechos y haber recorrido alrededor de 50 cuadras de los barrios Universal, Las Palmas y la Magdalena, Juan termina su itinerario y se dispone a ir a la bodega de la Asociación de Recicladores de Barranquilla Puerta de Oro, donde venderá lo recolectado.
En la sede de la asociación, ubicada en la calle 30 con carrera 2, barrio Universal, Juan separa el cartón, el vidrio, el plástico, la pasta y el hierro y va pesando cada una de las pilas de materiales. “Este momento uno lo vive con expectativa porque uno está a la espera de que le digan cuánto se ganó por el primer viaje del día”, afirma mientras va subiendo a la báscula cada uno de los productos recogidos.
Termina el pesaje y Juan obtiene sus primeros $5 mil pesos del día, gracias a los 9 kilos de cartón que recolectó, 18 kilos de vidrio, 6 kilos de plástico y 400 gramos de aluminio. “Antes el kilo lo pagaban mejor, pero ahora el negocio ha desmejorado un poco, pero bueno apenas es el primer viaje del día, ahora a mediodía me doy otra vuelta y ahí voy sumando”, indica el reciclador mientras pide un tinto y se dispone a descansar, luego de su ardua labor.
El proceso
La asociación lleva un registro de todos los recicladores (hojas de vida). Allí se les hace una guía y les anotan la cantidad de material que llevan a diario.
Karol Gutiérrez, representante legal de la Asociación de Recicladores Barranquilla Puerta de Oro, explica que si bien el material lo llevan a diario, al mes hacen una suma total de lo recuperado, y proceden a realizar el reporte ante la Superintendencia de Servicios Públicos, entidad encargada de aprobar las toneladas recolectadas, según lo establece la norma.
Posteriormente el reporte se hace a Triple A y es cuando esta empresa prestadora de servicios públicos conoce cuántas toneladas fueron recuperadas al mes.
“Las toneladas que se reportan y son aprobadas son las que se entregan a la industria”, dijo Gutiérrez al explicar que su asociación no cuenta con suficiente músculo financiero. Por ello, les toca entregar semanalmente el material a otros intermediarios o bodegas.
A partir del 4 de diciembre los usuarios del servicio de aseo de la Triple A tendrán un incremento que aparecerá en la factura. $185 para el estrato 1, $300 el estrato 2, $410 el estrato 3, $500 el estrato 4, $1.000 el estrato 5 y $1.100 el estrato 6.
Esto obedece a que según la Resolución CRA 720 de 2015, la empresa Triple A, como prestador del servicio de aseo, está obligado a facturar la actividad de aprovechamiento o reciclaje, acorde a la información que la asociación reporte al Sistema Único de Información de la Superintendencia de Servicios. También debe recaudar los dineros provenientes de esta actividad y girárselos a la asociación.
La actividad de aprovechamiento puede ser prestada por organizaciones de recicladores legales y/o firmas privadas constituidas como Empresas de Servicios Públicos. Está reglamentada por el Decreto 1077 de 2015, la Resolución CRA 720 de 2015 y la Resolución CRA 596 de 2016.
El decreto estipula que es obligación de los usuarios (quienes accederán a un estímulo) presentar los residuos separados en la fuente, con el fin de ser aprovechados y entregados a la persona prestadora de la actividad de reciclaje, que será la responsable de su recolección y transporte hasta la Estación de Clasificación y Aprovechamiento, ECA, y del pesaje y clasificación en la ECA.
En Barranquilla, según Triple A, las dos empresas registradas legalmente para prestar esta actividad son: Asociación de Recicladores Puerta de Oro y Reciclaje y Ambiente Solidario RAS. Hasta el momento Puerto Colombia y Sabanalarga no cuentan con prestador de aprovechamiento registrado ante la Superservicios y para Galapa aparece inscrita Reciclaje y Ambiente Solidario RAS.
Las dos organizaciones
En el caso de la Asociación de Recicladores Barranquilla Puerta de Oro, al mes recolectan en promedio 200 toneladas de material reciclable y esperan que aumenten, pues faltan las épocas fuertes como son las fiestas de Navidad, fin de año y Carnaval.
Gutiérrez, con más de 10 años de experiencia en esta labor, dijo que este decreto (596 de 2016 del Ministerio de Vivienda) fue recibido con alegría por parte de los recicladores, debido a que desde hace tiempo luchan para que se reconozca su actividad y se les incluya en la factura, dado que se convierte en la remuneración de los recicladores de oficio.
Ellos recibirán una tarifa fija mensual por el pago al servicio que vienen prestando por transporte y recolección del material. La asociación también les paga el material aprovechable.
Recicladores Barranquilla Puerta de Oro fue la primera en Barranquilla en cumplir con los trámites que exige la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios para convertirse en organización autorizada y poder cobrar las tarifas. Puerta de Oro está inscrita en Cámara de Comercio desde el 17 de octubre de 2000, pero aseguran que tienen 24 años de estar funcionando.
“Nuestra organización comenzó con 70 recicladores y hoy en día tenemos 210”, dijo Gutiérrez, una gestora ambiental que desde niña creció en medio de botellas, vidrios, cartón y papel. Su padre, Rafael Gutiérrez Romo y el resto de su familia, encontraron en el reciclaje, no solo una fuente de empleo, sino un forma de contribuir con la conservación del planeta.
Gutiérrez teme que ingresen unas empresas u organizaciones que realmente no lo son, pues este es un derecho y beneficio para los recicladores de oficio. “Tememos que vengan usurpadores y nos desplacen”, dijo al destacar que su organización es miembro activo de la Asociación Nacional de Recicladores, Arcón, y la Red Latinoamericana de Recicladores.
La otra organización que recibirá los beneficios es Asociación RAS Reciclaje y Ambiente Solidario, que según su representante legal, Carmelo Valle, tienen 44 recicladores y aprovechan alrededor de 350 toneladas mensuales.
RAS aparece inscrita en Cámara de Comercio el 16 de agosto de 2011, y está registrada ante la Superservicios. La Corporación de Recicladores del Caribe (Corecar) está tramitando la inscripción ante la Súper, para seguir trabajando conjuntamente con RAS.
“La ley prevé que las organizaciones pueden tener ECAs conjuntas y es lo que nosotros hacemos con Corecar. La operación de aprovechamiento del material lo hacemos en un área de RAS y en un área de Corecar y así estamos inscritos en la Super”, detalló.
Valle explicó que el decreto 596 les da una transitoriedad de cinco años para que poco a poco se vayan organizando y fortaleciendo. Esta formalización también les permite constituirse en empresas de servicios públicos para el aprovechamiento como actividad complementaria del servicio público de aseo.
Su organización aprovecha material reciclabe como papel, cartón, vidrio, Pet (plástico amigable con el medio ambiente), aluminio, hierro, latas, cobre, bronce, baterías de vehículos, entre otros.
Jaime Pumarejo, gerente de Desarrollo de Ciudad explicó que en Barranquilla, donde se recogen más de 40 mil toneladas de basuras mensual, las tarifas de recolección de aseo disminuyeron en el último semestre en 1%, lo que mitiga el costo. Por esta razón, Pumarejo cree que no se sentirá el cobro de la nueva tarifa.
“Los recicladores pasarán a ser parte integral del servicio de aseo, es decir, pasarán a ser reconocidos, parte de la sociedad y dejarán de estar en la marginalidad”, dijo Pumarejo.
Explicó que esto ayudará a que más de 1.500 recicladores tengan un empleo formal, que le presten un servicio a la ciudad, que no sean parte del problema sino de la solución y sacarlos de la pobreza extrema.
Por último destacó que este es un programa nacional que es vigilado por la Superintendencia y que lo que se recaude llega a una Fiducia, que es vigilada por la Superintendencia y la tarifa es vigilada por la Comisión de Regulación de Agua y Saneamiento Básico.
El gobierno busca con esta medida dos objetivos: impulsar la actividad de aprovechamiento en Colombia y formalizar la actividad de los recicladores para que puedan desarrollar su labor de forma digna, con vehículos motorizados, debidamente uniformados y con su respectiva seguridad social.
Esperan recaudar $120 millones, dice Triple A
Según Jorge Navia, gerente de Aseo de Triple A, al relleno sanitario de Los Pocitos llegan en promedio 1.350 toneladas diarias de Barranquilla. En total con todos los municipios que atienden son 1.850 promedio día. Señala además que los ciudadanos deben separar en la fuente.
Navia dice que con la facturación que harán a partir del 4 de diciembre, se espera que se recauden alrededor de 120 millones de pesos al mes, que serán distribuidas a las dos empresas. Sin embargo, Navia indicó que el aprovechamiento de residuos es de libre mercado y que cualquiera que esté interesado puede crear una empresa para tal fin, cumpliendo unos requisitos. Le corresponde a la Superintendencia realizar los controles.
Los usuarios de la ciudad o municipio donde se realiza aprovechamiento deberán pagar un sobrecosto del 30% sobre el costo de comercialización por suscriptor, (Costo fijo de la Tarifa), adicional deberán pagar por las toneladas efectivamente aprovechadas que se hayan generado durante todo un semestre en el municipio y/o distrito.
Es importante aclarar que las toneladas de aprovechamiento semestrales se dividen por igual entre todos los usuarios.
Según el decreto el costo de comercialización para el aprovechamiento es calculado en un 30%, del cual el 18,6 corresponde a la empresa de no aprovechables (Triple A; y el 11,4% corresponde a la empresa que presta la actividad de aprovechamiento (Barranquilla Puerta de Oro y RAS).
ELHERALDO