El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha aprobado una nueva doctrina nuclear que actualiza los supuestos en los que Rusia puede utilizar este tipo de armas.
El conjunto de medidas, que llevaba meses preparado, según ha expresado el portavoz del Kremlin, llega en una jornada en la que se cumplen 1.000 días desde el inicio de la invasión a Ucrania y menos de una semana después de que medios estadounidenses difundiesen que Joe Biden había aprobado permitir al país de Zelenski el uso de misiles ATACMS para alcanzar objetivos que se encuentren a 300 kilómetros de distancia desde la región de Kursk.
«Amenazas críticas a la integridad territorial»
Esta nueva doctrina protege a Rusia y a sus aliados. Así, aunque las armas nucleares se consideran un elemento de disuasión y la última opción ante un conflicto, establece que el Kremlin consideraría llevar a cabo un ataque nuclear si este país o Bielorrusia sufrieran ataques «con armas convencionales» y que «crearan una amenaza crítica a su soberanía y/o a su integridad territorial» por parte hasta de naciones que no dispongan de estos arsenales. En la anterior versión, de 2020, se permitía este tipo de respuesta cuando se hubiera dado un ataque nuclear u otro convencional con el que se viese amenazada la existencia del Estado.
«La agresión contra la Federación Rusa y /o sus aliados por parte de cualquier estado no nuclear con la participación o el apoyo de un estado nuclear se considera como un ataque conjunto»: eso dice la doctrina, recoge Reuters. También establece que cualquier ataque de un bloque o unión contra el Kremlin y/o sus aliados se tomará como una agresión de todo ese bloque o unión en su conjunto.
En respuesta a misiles, aviones y no tripulados
Otras de las novedades de esta doctrina es que permite desencadenar una respuesta nuclear ante cualquier ataque llevado a cabo con misiles de crucero, aviones y aviones no tripulados que crucen las fronteras de Rusia.
Por último, añade la agencia ‘Associated Press’, en esta doctrina se menciona la «incertidumbre de la escala, el momento y el lugar del posible uso de la disuasión nuclear» entre los principios clave de la disuasión nuclear, aunque no queda claro si una de esas acciones desencadenaría una respuesta nuclear.
Desde hace meses, Rusia ha advertido a Occidente que autorizar a Ucrania a utilizar en la guerra armas de largo alcance que le hayan proporcionado Estados Unidos o la OTAN implicaría la entrada de estos bloques en la guerra.
Para el Kremlin, recuerdan medios internacionales, las armas nucleares son un medio de disuasión. Con esta nueva versión de la normativa acerca de su uso, se pretende aclarar que se llevarán a cabo respuestas a las distintas acciones que se realicen contra Rusia.
La autorización por parte de Joe Biden a Ucrania para utilizar los ATACMS, que precisamente este martes han lanzado por primera vez, no ha caído bien en las filas rusas. Preguntado acerca de si tiene algo que ver que haya salido esta nueva doctrina justo tras el anuncio de Biden, Dimitri Peskov, portavoz del Gobierno de Putin, ha indicado que se ha publicado «de manera oportuna» y que, precisamente, el presidente ruso había ordenado actualizarlo para estar «en línea con la situación actual» a principios de este 2024.