Lo llaman la «operación milagro». Las 379 personas a bordo de un avión de Japan Airlines pudieron salvarse tras colisionar con una avioneta de la Guardia Costera en el aeropuerto Haneda de Tokio. Las claves de esta exitosa evacuación fueron la calma de los pasajeros y que salieron ordenadamente y sin sus mochilas, maletas u objetos personales.
En las imágenes que han trascendido se puede ver a los pasajeros siendo evacuados del Airbus A350 en llamas por toboganes de escape de las salidas de emergencia en relativa calma y aparentemente sin equipaje de mano.
Estos dos factores fueron decisivos para llevar a cabo la operación de forma exitosa. De hecho, las agencias de seguridad aérea han advertido durante años de que hacer una pausa para recoger el equipaje de mano pone en riesgo vidas durante una evacuación, recuerda la agencia de noticias Reuters. En este tipo de emergencias, pocos segundos pueden ser cruciales para la supervivencia de accidentes.
Por desgracia, los ocupantes de la aeronave con la que chocó el avión no tuvieron tanta suerte. Cinco de los seis ocupantes del aparato de la guardia costera murieron tras el impacto. Solo el capitán de la avioneta, que llevaba ayuda a la zona de Japón golpeada por el terremoto, fue el único sobreviviente, pero sufrió graves heridas.
La evacuación ha sido una prioridad clave de seguridad desde al menos mediados de la década de 1980, cuando un Boeing 737 de British Airtours quedó envuelto en llamas en el aeropuerto de Manchester, en Gran Bretaña, matando a 55 personas.
Los investigadores del desastre, ocurrido en 1985, dijeron que la principal causa de muerte fue la inhalación de humo debido a retrasos en la apertura de puertas y acceso restringido a las salidas de emergencia.
Según un estudio de seguridad estadounidense del año 2000, en promedio, la evacuación de un avión por cualquier causa ocurre cada 11 días. Estos acontecimientos normalmente sólo trascienden cuando se trata de un incendio o algún accidente grave, pero han dado lugar a mejoras en los mecanismos de las puertas y en la iluminación de emergencia.
No obstante, están surgiendo nuevos desafíos debido a la cantidad de equipaje que los pasajeros pueden llevar a bordo, señala Reuters.
Por este motivo los investigadores de accidentes aéreos han recomendado sesiones informativas más estrictas durante el vuelo para instar a los pasajeros a dejar atrás esas pertenencias cuando se les ordene evacuar, pero han tenido poco efecto.