La tranquila capital de Irlanda, Dublín, se convirtió en un campo de batalla el jueves por la noche después de un violento ataque con cuchillo cerca de un colegio, que acabó desencadenando disturbios, incendios provocados y saqueos en los comercios. Pese a que la ciudad amaneció en calma el viernes, aunque con muchas tiendas cerradas y un gran despliegue policial, el responsable de la policía, Drew Harris, hizo una advertencia: la radicalización de la extrema derecha continuará perturbando al país. El ataque tuvo lugar alrededor de las 13.30 horas del jueves, cuando un hombre de unos 50 años apuñaló a cinco personas, incluyendo a tres niños pequeños. Una de las niñas, de seis años, se encuentra en estado crítico. El sospechoso, cuyas motivaciones no se conocen aunque el móvil terrorista fue descartado, es un ciudadano irlandés naturalizad o cuyo origen no ha sido confirmado, y también resultó herido en el incidente, que desencadenó disturbios violentos horas más tarde, precisamente cuando circuló en las redes sociales una información que decía que era argelino. Fue entonces cuando un grupo de 500 manifestantes antiinmigración se manifestaron en la zona cercana al colegio, donde hay una alta población extranjera, y acabaron incendiando vehículos, saqueando tiendas y atacando a la policía. Algunos llevaban objetos como barras de metal y las caras cubiertas. En total, 34 personas han sido detenidas hasta el momento por su participación en los disturbios.Noticia Relacionada estandar No Graves incidentes en Dublín tras el apuñalamiento múltiple que dejó tres niños heridos AFP Decenas de personas se han echado a la calle de la capital irlandesa y han prendido fuego a coches, autobuses y mobiliario urbano en protestaLos agitadores fueron calificados como de extrema derecha por las autoridades. La policía, que desplegó a más de 400 agentes, muchos de ellos equipados con equipo antidisturbios, se esforzó por contener la situación, pero algunos manifestantes hostiles arremetieron contra los agentes y uno de ellos resultó herido de gravedad. Harris, que condenó la violencia en una rueda de prensa el viernes, destacó que hay un «elemento de radicalización» que contribuyó a la magnitud de los disturbios, que dejaron imágenes dignas de una zona de guerra. «Lo que vimos anoche fue un extraordinario estallido de violencia. Son escenas que no hemos visto en décadas«, expresó, y aseveró que «la situación actual refleja tensiones sociales más amplias relacionadas con la inmigración, la vivienda y la delincuencia en Irlanda».Tiendas destrozadas tras una noche de altercados en la capital irlandesa«La magnitud de los disturbios y el nivel de odio hacia los agentes obligan a una revisión fundamental de las tácticas de orden público», dijo Harris, que reafirmó que «tenemos que asumir que veremos más protestas de este tipo«. Además, anunció que «se producirán más arrestos a medida que la policía estudie las imágenes de CCTV», pero «lo que está claro es que la gente se ha radicalizado a través de las redes sociales e Internet», afirmó. «Tenemos una facción de hooligans completamente lunáticos impulsados por la ideología de extrema derecha».La ministra de Justicia, Helen McEntee, confirmó que algunos de los detenidos podrían enfrentar duras penas de cárcel si son declarados culpables de agresiones a la policía, un delito que según la ley se pena con hasta 10 años de prisión, mientras que Micheál Martin, viceprimer ministro, dijo que los disturbios, cuyos manifestantes se organizaron a través de canales de Telegram y WhatsApp, serán blanco de una revisión de inteligencia.Ataque frenado por transeúntesEl ataque inicial fue frenado por valientes transeúntes, incluido el conductor de Deliveroo, Caio Benicio , quien intervino para proteger a las víctimas. Benicio, un inmigrante brasileño, lamentó los hechos y opinó que aunque «no tengo mucho conocimiento de lo que está pasando, la gente dice que las protestas son contra los inmigrantes. Yo también soy un inmigrante y fui yo quien ayudó«, ironizó. Grandes dañosEl primer ministro irlandés, Leo Varadkar, anunció por su parte que se aplicará «toda la fuerza de la ley contra los involucrados», que, junto al ataque a puñaladas, trajeron «vergüenza a Irlanda». Los daños causados por estos «criminales» que están «llenos de odio», según Varadkar, se han estimado en decenas de millones de euros. «Los coches destruidos, los tranvías y autobuses dañados… aún no tenemos una cifra al respecto, pero es probable que sean decenas de millones, no millones«, aseveró antes de agregar que las empresas afectadas recibirán ayuda del gobierno.Tranvías calcinadosEste incidente, que dejó a la comunidad dublinesa atónita, ha puesto de manifiesto las tensiones sociales en el país. De hecho, la presidenta del Sinn Féin, Mary Lou McDonald, dijo que la violencia era previsible y pidió la dimisión de Harris y de la ministra de Justicia, que de momento no se van. El secretario de estado para Irlanda del Norte, Chris Heaton-Harris, quien se encontraba ayer en Dublín para la reunión del Consejo Británico-Irlandés, sostiene que hay una responsabilidad por parte de los políticos electos de combatir el auge de la extrema derecha, y aunque dijo que no está en posición «de sugerir a los irlandeses cómo podrían y deberían reaccionar», sí hizo referencia al auge del Partido Nacional Británico en Inglaterra. »Tuvimos en la política inglesa el ascenso del Partido Nacional Británico hace solo unos años; fueron elegidos para el Parlamento Europeo, se eligieron eurodiputados en dos regiones del Reino Unido». «Ante el ascenso de la extrema derecha , corresponde a los políticos elegidos democráticamente ser capaces de articular las preocupaciones de su electorado y debemos hacerlo mejor», aseguró. Otras voces, por su parte, han pedido una respuesta policial más severa. Este viernes, las autoridades confirmaron que la llegada de dos cañones de agua del Servicio de Policía de Irlanda del Norte.