Algunos se refieren a ella como la octava maravilla del mundo: la isla flotante Neft Dashlari creada por la mano del hombre no está exenta de datos llamativos que ponen de relieve su singularidad. Aún puede verse en sus edificios el estilo brutalista de la época soviética en la que surgió. A vista de pájaro parece una araña oxidada que se convirtió en una lucrativa fuente de oro negro durante el gobierno de Stalin.
Sus pozos de extracción están conectados por kilómetros de puentes, ostentando el récord de la plataforma marina más antigua del mundo. Su nombre se traduce como ‘rocas petrolíferas’ u ‘Oil Rocks’. Se ubica en el mar Caspio, el lago más grande del mundo a 55 kilómetros de Baku, en Azerbaiyán. En su mejor momento llegó a albergar a 5.000 personas con bloques de edificios, tiendas, centros médicos, un teatro, un helipuerto e incluso un campo de fútbol. Muchos de los cuales siguen hoy activos.
Origen
Su historia comienza en los años 40 con una exploración del lecho marino, después de que un avión detectara manchas de aceite en la superficie del mar. Descubrieron que la zona era un punto prolífico de petróleo. Se convirtió así en una de las mayores reservas de petróleo de Asia Central, de sus pozos podía extraerse 100 toneladas de petróleo al día. Es más, en su mejor momento, concretamente en 1967, podían sacarse hasta 7,6 millones de toneladas, según los técnicos.
La primera exploración petrolera se remonta a 1949 con una plataforma mínima y una casa, dando lugar a la primera producción de petróleo en alta mar del mundo y la más grande del momento. La ingeniería se encargó del resto para que su estructura fuera creciendo a partir de 1951. Un «milagro arquitectónico y técnico», llegó a decir el cineasta Marc Wolfensberger cuando se le permitió visitarlo en los años 90.
Estructura
Esta ‘ciudad’ es un ejemplo de creatividad de la ingeniería soviética. Para favorecer la construcción de la plataforma marina se hundieron deliberadamente 7 barcos fuera de servicio con el fin de usar su armazón como cimiento y, sobre ellos, se montaron los pilares de los edificios. De hecho, la CNN destaca que uno de estos barcos fue el primer petrolero que se hizo en el mundo, el petrolero Zoroaster. Diseñado a fines del siglo XIX por Ludvig Nobel, hermano de Albert Nobel como una forma de solucionar el transporte de petróleo. De ahí que entre las diversas denominaciones que ha tenido Neft Dshlari estuviera el nombre de ‘La isla de los siete barcos’.
La página web de la empresa petrolera estatal de Azerbaiyán Aznet que está encargada hoy de la extracción en la zona explica que «en 1951, para proteger la isla del viento y las olas, se desmantelaron seis barcos adicionales de las empresas Khazartanker y Khazardonanma y se trajeron aquí medio hundidos, y se creó una bahía artificial alrededor de la isla. Los camarotes y bodegas del barco se utilizaban como comedor, puesto médico, dormitorios y otros usos para los miembros de la tripulación de perforación», indican,
La BBC detalla que Neft Dashlari está construida a varios metros sobre la superficie del mar sobre pilares con postes metálicos fijados al fondo del mar. «En última instancia, constaba de casi 2.000 pozos y unos 320 sitios de producción, conectados por más de 160 kilómetros de puentes y más de 90 kilómetros de oleoductos y gasoductos». Actualmente 3.000 trabajadores alternan su estancia en ella con 15 días en tierra y 15 días en el mar.
El futuro de esta isla flotante
Con el paso del tiempo llegó a tener dos centrales eléctricas, casas de dos plantas y zonas residenciales de nueve plantas con parque, incluida una casa de baños. Y en 1960 se construyó el edificio de la Escuela Petrolera de Bakú. Neftar Dashla decayó al mismo tiempo que lo hacía la Unión Soviética. Y pese a algunas modernizaciones, en 2012 solo 45 de sus 300 kilómetros de carreteras eran transitables, según el medio alemán Der Spiegel.
El director Wolfensberger le dedicó un documental «Oil Rocks – Un ciudad sobre el mar» y planteó los escenarios que se abren para esta ‘ciudad’ flotante una vez se acaben los hidrocarburos. Las opciones son un proyecto prohibitivo para desmantelar la ciudad, abandonarla o convertirla en un punto turístico y «allanar el camino para un gran desastre ecológico», indican en el film.
Este lugar llegó a proporcionar casi el 60% de la producción de petróleo marino a toda la URSS. Según dijo Aznet, la isla fue su joya de la corona. Ahora, tiene limitado su acceso al público, pero sigue siendo manteniendo la fama de haber sido uno de los secretos mejor guardados de la Unión Soviética.