Unos 200 miembros de las fuerzas especiales afganas, entrenados y financiados por el Reino Unido, están a punto de ser deportados a su tierra natal, controlada por los talibanes, según información recopilada por una red de veteranos afganos y recogida por la BBC.
La gravedad de la situación fue expuesta, entre otros, por el general retirado británico, Richard Barrons, quien la calificó de «traición» y «vergüenza». Barrons expresó su descontento con el fracaso del Reino Unido en reubicar a estos soldados, afirmando que «es una vergüenza porque refleja que o bien somos una nación de doble cara» o unos «incompetentes» y «ninguna de las opciones es aceptable».
En el 2021, el entonces primer ministro, Boris Johnson, recalcó en el Parlamento la importancia del servicio de las fuerzas especiales afganas y se comprometió a hacer «todo lo posible» para garantizar su seguridad. Sin embargo, la realidad pinta un panorama diferente, ya que, según el general Barrons, «el costo de esa traición será que las personas que sirvieron con nosotros morirán o pasarán sus vidas en prisión».
La situación de estos militares afganos es parte de un problema más grande, como revela una carta privada a la que tuvo acceso la BBC. La misiva, enviada en marzo de 2022 al ministerio de Asuntos Exteriores, instaba a proporcionar asistencia urgente a 32 exgobernadores, fiscales y funcionarios que trabajaron estrechamente con el Reino Unido y los Estados Unidos en la provincia de Helmand entre el 2006 y el 2014. Las solicitudes de asilo para estos líderes civiles afganos clave también fueron rechazadas por el gobierno británico.
Uno de los funcionarios afectados, un exgobernador de distrito, expresó su decepción, diciendo que no se ha honrado el compromiso del país «con un sistema eficiente, efectivo o incluso compasivo». También conversó con la BBC Ali, un miembro de las fuerzas especiales afganas que enfrenta la deportación a territorio talibán desde Pakistán. En la charla, compartió que experimenta sentimientos de abandono y traición por parte del Reino Unido, pese a haber servido en estrecha colaboración con los británicos. «Durante las operaciones, luchamos hombro a hombro con los británicos, como miembros de una misma familia», aseguró con decepción este soldado que sirvió en una unidad de élite conocida como Fuerza Comando 333 (CF 333), establecida por el Reino Unido en el 2003, pero ahora se encuentra confinado por temor a la seguridad de su familia.
Civiles afectados
Las cifras estimadas, que indican que alrededor de 200 personas como Ali podrían enfrentar la deportación antes de fin de año, fueron proporcionadas por una red secreta de exmiembros de las fuerzas de seguridad afganas y entregadas a la BBC. Pero la situación no se limita a las fuerzas especiales: también decenas de civiles afganos que ayudaron al Reino Unido han visto como el gobierno conservador les cierra las puertas del país en su cara.
Mohammad Fahim, exgobernador del distrito de Garmsir en Helmand, recordó su estrecha colaboración con las fuerzas británicas en la lucha contra los talibanes. A pesar de los peligros que enfrentó, Fahim fue rechazado por el Afghan Relocations and Assistance Policy (Política de Reubicación y Asistencia en Afganistán), un programa implementado por el gobierno para ayudar a los ciudadanos afganos que trabajaron con el gobierno británico y se encontraban en riesgo debido, precisamente, a su asociación con las fuerzas británicas.
Mohammad Fahim, exgobernador del distrito de Garmsir en Helmand, recordó su estrecha colaboración con las fuerzas británicas en la lucha contra los talibanes
«Va más allá de lo absurdo decir que no califican [como parte del programa] y que deben ser abandonados a un destino en manos de los talibanes», se lamentó el general Barrons. También opinó al respecto el teniente general Abdul Hadi Khalid, primer comandante de la CF333, quien calificó la situación como «completamente injusta», ya que estas personas «arriesgaron sus vidas trabajando junto al Reino Unido». Desde el ministerio de Defensa, sin embargo, insisten en el compromiso del país de ayudar a personas afganas elegibles para recibir ayuda, y destacaron la cifra de los 24.600 que ya han sido reubicadas.