
Andrés Calamaro vuelve a mojarse en política. Esta vez por partida doble, publicando un mensaje en sus redes sociales donde opina sobre la situación en Argentina y en España. «El cambio por el cambio en sí mismo es una opción que tiene sentido en nuestro país», arranca el comunicado haciendo referencia a Javier Milei. «Como la realidad dista de ser perfecta (es más bien todo lo contrario), es entonces cuando un cambio tiene sentido y es una opción deseada».
El artista asegura que «el cambio discute el número exacto de ‘desaparecidos’ y propone un giro liberal inspirado en la Década Carlitos», en referencia a los años de gobierno de Carlos Saúl Menem, entre 1989 y 1999. «El cambio propone desmantelar el Banco Central y un sistema mixto de financiación de asuntos de orden público como la salud y la educación. Reducir ministerios y secretarías, menos funcionarios. Por el contrario, el oficialismo no propone nada. Es la continuidad con la ilusión de un cambio que no sabemos en qué consiste».
Según Calamaro, «el país atraviesa una época negativa como pocas veces recordamos, la destrucción de la clase media afecta a todos, pero se ha instalado un repudio a cualquiera que quiera progresar acusándole de ‘clase mierda’ o porteños con ínfulas de migrar a España o Uruguay. Podemos elegir entre algo distinto a más tiros en los pies hasta que no quede nada. No tengo todos los pelos de la burra, pero soy inteligente y experimentado, es casi imposible que me equivoque con estas cuestiones porque fui educado exquisitamente entre tertulias e intelectuales, personas de todo el arco político en los sesenta y setenta, en la tolerancia y sin televisión».
Entonces el autor de ‘Flaca’ se dirige hacia nuestro país: «Hace apenas unos meses España sucumbió a una campaña de miedo que está hundiendo al Reino en una suerte de dictadura progresista comunista que podría reventar un país que hasta ahora ostenta una calidad exquisita de vida».
Sabedor de las críticas que le acarrearán estas declaraciones, Calamaro concluye: «Claro que me conviene no decir nada. Puedo ser cínico y demagogo, y agitar el miedo a la vuelta de la dictadura o la pérdida de derechos, pero sería cínico y mentiroso. Ganarme el aplauso del Instagram progresista me da vergüenza de tan fácil que es, demasiado sencillo y burro. Jamás pedí nada ni me dieron nada. Pago impuestos y soy sensible a las operetas que ustedes compran. Soy tolerante y culto, ustedes son vagos, resentidos, equivocados e hipócritas. Creen en Internet y la televisión. Son un meme, yo soy un hombre. Ni más ni menos».
Andrés Calamaro ya había manifestado su simpatía por Milei el pasado mes de agosto, cuando dijo: «Javier Milei se presenta como un anarcocapitalista y eso suena bien. Me identifico con lo anarcocapitalista. Evidentemente, millones de personas van a pensar que el cambio por el cambio en sí mismo puede ser interesante o puede ofrecer algo parecido a la esperanza».