Poco después de las 23h del sábado, un individuo armado de un cuchillo de grandes proporciones mató a un turista alemán e hirió gravemente a otro hombre en París, cerca de la Torre Eiffel, en las orillas del ‘quai’ / muelle de Grenelle, al grito de: «¡Allá akbar!» «¡Alá es el más grande..!».
Los alrededores de la Torre Eiffel están muy vigilados, incluso militarmente, las veinticuatro horas del día, y las fuerzas del orden consiguieron detener con mucha rapidez al asesino, que comenzó dando estas «explicaciones» entre la criminalidad islamista y la locura: «He actuado en defensa de los musulmanes que son asesinados por todas partes».
Gérald Darmanin, ministro del Interior, dio personalmente la noticia, a través de las redes sociales, de este modo: «Los policías han actuado con rapidez y valentía. Han detenido a un hombre que intentaba agredir a los paseadnos por el ‘quai’ / muelle de Grenelle. Una persona ha muerto y otra ha sido herida gravemente. Los bomberos han intervenido con rapidez. Es prudente evitar todo el sector».
El asesino estaba fichado, desde hace meses, tiene la nacionalidad francesa, «es francés», ha declarado una fuente policial, pero está fichado como sospechoso de «relaciones peligrosas» con el islam radical, el yihadismo terrorista y subversivo.
Les policiers viennent d’avoir courageusement interpellé un assaillant s’en prenant à des passants à Paris, autour du quai de Grenelle. Une personne décédée et un blessé pris en charge par les Pompiers de Paris. Merci d’éviter le secteur.
— Gérald DARMANIN (@GDarmanin) December 2, 2023
Según las primeras filtraciones, el hombre muerto tendría la doble nacionalidad alemana y filipina.
Sospechoso de simpatías yihadistas, desde hace meses, el asesino reside en Puteaux (Hauts-de-Seine), en la periferia multicultural del Norte de París fichado con la letra «S» que designa a los sospechosos de complicidades de muy diversa naturaleza con individuos o grupúsculos potencialmente terroristas.
Desde hace años, ese fichero «S» es una fuente única de informaciones y confirma un problema de gran calado: es difícil «controlar» al 620.000 sospechosos de muy diversos delitos… del adolescente traficante de drogas al criminal yihadista, pasando por atracadores y «asociales». Todos tienen prohibido salir del país: pero es muy difícil «seguir» y vigilar de cerca a un número tan impresionante de sospechosos.
El hombre que asesinó a un turista alemán / filipino, e hirió gravemente a otra persona, también estaba fichado por tener «problemas psicológicos». Desde hace una larga década, Francia ha conocido un rosario de crímenes de la misma naturaleza.
Las primeras investigaciones policiales han tomado dos direcciones: intentar averiguar si el criminal actuó solo o en banda criminal organizada, o puede volver a tratarse de un «lobo solitario» radicalizado a través de internet.