Un hombre ha dejado un rastro de violencia y muerte en la mañana de este lunes en Nueva York, después de protagonizar un recorrido por Manhattan en el que ha apuñalado a tres personas en tres lugares diferentes. Dos de sus víctimas han fallecido y una tercera está en condición crítica.
El autor de los ataques no ha sido identificado por la policía, pero sí se sabe que es un hombre sin hogar, de 51 años y con un amplio historial de problemas con la Justicia. Todo indica que eligió a sus víctimas, según las autoridades, «al azar».
El primer ataque ha ocurrido a las 8.22 de la mañana en el barrio de Chelsea, cerca del cruce entre la Octava Avenida y la calle 19, en la zona oeste de Manhattan. Allí ha apuñalado, sin mediar confrontación, a un hombre de 36 años que trabajaba en una obra. La víctima ha sido enviada de emergencia a un hospital cercano, pero ha fallecido. El sospechoso escapó de allí sin que la Policía de Nueva York pudiera detenerlo.
Dos horas después, el hombre ha vuelto a acuchillar a alguien en la otra orilla de Manhattan, en la calle 30 a la altura del East River, el río que separa Manhattan de los distritos de Brooklyn y Queens. Su víctima ha sido un hombre de 68 años, al que también ha cosido a puñaladas. El atacante vivía en un albergue para personas sin hogar muy cerca de allí, el Bellevue Men’s Shelter.
El segundo apuñalamiento tampoco ha sido suficiente para llamar la atención de la Policía. Pocos minutos después, todavía ha tenido tiempo para atacar a una tercera víctima. En este caso, una mujer de 36 años, a la que sorprendió unas manzanas más al norte, en la calle 42 con la Primera Avenida, en las inmediaciones de la sede de la ONU. Ha sido trasladada al hospital Weill Cornell, cerca de allí, en estado crítico.
«Simplemente se dirigía hacia las víctimas y comenzaba a atacarlas con cuchillos», ha explicado el jefe de detectives de la Policía de Nueva York, Joe Kenny.
El agresor ha sido detenido poco después del tercer apuñalamiento, gracias en parte a la colaboración de un taxista, que presenció el último ataque, siguió al hombre y avisó a la Policía sobre su localización. En la detención, el sospechoso llevaba dos cuchillos de cocina.
El atacante tenía un historial de ocho arrestos y, según el alcalde de la ciudad, Eric Adams, tenía problemas de salud mental. «Hay una pregunta real de por qué estaba en la calle», ha reconocido Adams, un primer edil asediado por casos de corrupción y que ganó la elección hace tres años por su mensaje de dureza contra el crimen y la inseguridad.