Cientos de miles de personas han protestado este miércoles en toda Francia contra los polémicos recortes al presupuesto que había propuesto el ahora ex primer ministro François Bayrou. En concreto, Bayrou insistía en que era necesario recortar 44.000 millones de euros para abordar la deuda y estabilizar las cuentas públicas. Los opositores lo acusaron de intentar lograr esto a costa de los trabajadores y pensionistas, mientras que perdonaba a los ricos, informa AFP.
Las movilizaciones, lideradas por el grupo de izquierdas ‘Bloquons Tout’ [‘Bloqueemos Todo’] constituyen una muestra más de oposición de los ciudadanos al presidente de la república, Emmanuel Macron. Se habían convocado el pasado mes de julio a través de las redes sociales. De hecho, la cuenta de X del citado colectivo fue creada en ese mismo mes. Sin embargo, han tenido lugar tras la caída este lunes de Bayrou y la llegada de Sébastien Lecornu al Gobierno.
A las movilizaciones han acudido 175.000 personas, según cifras del Ministerio del Interior recogidas por ‘France24’. Dada la elevada previsión de asistentes que se manejaba, el Gobierno había movilizado a unos 80.000 policías, una cifra muy superior a la que se asignó a la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos, celebrados en París el pasado año. A lo largo de la jornada, ha habido 550 concentraciones y 262 bloqueos.
Respecto a los detenidos, la cifra se sitúa por el momento en más de 400. Además, cuatro miembros de las fuerzas de seguridad han resultado heridos, todos ellos de carácter leve.
Además, según el ministerio de Educación francés, 27 centros educativos han sido bloqueados por las protestas, mientras que unos 100 igualmente han quedado afectados.
Las movilizaciones han tenido un impacto desigual en el país. A lo largo de la jornada, se han podido ver en París imágenes de barricadas con contenedores de basura, bloqueos de carreteras y escuelas o lanzamientos de basura de los manifestantes a la Policía, informa AFP. Una de las más destacadas es el incendio de un restaurante en el centro de la capital francesa.
En Lyon también se ha bloqueado una carretera que atraviesa la ciudad, al igual que se ha prendido fuego a los contenedores. Por su parte, en Nantes, la Policía ha lanzado gases lacrimógenos a los manifestantes para dispersarlos y en Marsella el Cuerpo ha impedido que unos dos centenares de manifestantes taponaran una vía principal.
En el transporte, aunque metro y trenes en la capital han funcionado con normalidad, se han visto afectados otros servicios ferroviarios y también algunos vuelos.
«El problema es Macron, no los ministros»
A las protestas han reaccionado diferentes miembros de la política. Para el ministro del Interior en funciones, se trata de bloqueos «inaceptables». Según Bruno Retailleau, estas movilizaciones implican, a su juicio, tomar a los ciudadanos como «rehenes» de las reivindicaciones políticas. Así, ha afirmado que habrá «tolerancia cero» ante la violencia.
En una primera intervención ante la prensa, Retailleau ha asegurado que esta no es una movilización ciudadana, al tiempo que ha criticado que «ha sido acaparada por la extrema izquierda».
En ese lado del arco político, precisamente, el excandidato de La Francia Insumisa ha acusado al todavía ministro del Interior de alentar las provocaciones. Asimismo, ha llamado a los manifestantes a ser «prudentes» y permanecer «vigilantes» ante las actuaciones de la Policía, según recoge Europa Press.
«Es la misma mierda, es la misma, el problema es Macron, no los ministros», ha expresado Fred, dirigente sindical de la CGT en la empresa de transporte público parisina RATP, en declaraciones recogidas por Reuters. «Tiene que irse», ha zanjado. Para el próximo 18 de septiembre las organizaciones sindicales han convocado una nueva ronda de protestas.