MADRID, 18 Dic. (EUROPA PRESS) –
La Unión Europea ha instado a las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) ha retirarse del estado de Gezira, en el centro-este de Sudán, donde lanzó un ataque en los últimos días en una intensificación de la guerra que estalló en abril y ha abocado al país a una catástrofe humanitaria.
El portavoz del Servicio de Acción Exterior de la UE, Peter Stano, ha recordado tanto a las RSF como al Ejército sudanés sus obligaciones en virtud del Derecho Internacional para proteger a los civiles y garantizar acceso humanitario.
«Aquellos que no cumplan con estas obligaciones serán responsables», ha zanjado el portavoz, que ha aseverado que Bruselas «está consternada por estos últimos acontecimientos» que indican que los combates se están extendiendo y amenazan la seguridad de la población civil.
Como consecuencia de los ataques, que las RSF han justificado como una respuesta a la acumulación de fuerzas enemigas, se ha declarado el estado de emergencia en el estado de Gezira y ha habido que suspender la ayuda humanitaria. Cabe mencionar que la capital del estado, Wad Madani, era refugio para cientos de miles de desplazados del país.
Naciones unidas anunció la suspensión inmediata y hasta nuevo aviso de sus operaciones humanitarias en Gezira por los fuertes combates. El gobernador, Ibrahim al Tahir, declaró el toque de queda indefinido en todo el estado desde las 18.00 hasta las 06.00, por lo que quedan prohibidas todas las reuniones durante estas horas, la actividad comercial, y solo está permitido el tránsito de personal sanitario y ambulancias.
Esto ocurre apenas unos días después de que las partes asumieran en Yibuti negociar un alto el fuego ante la Autoridad Intergubernamental sobre el Desarrollo (IGAD), si bien el Gobierno sudanés rechazó el comunicado final emitido por el organismo, al considerar que su postura no fue tenida en cuenta.
Actualmente, Sudán ha cumplido más de ocho meses de conflicto entre el Ejército sudanés y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), enfrentamientos que estallaron el 15 de abril tras las fuertes discrepancias sobre la integración del entonces grupo paramilitar –ahora declarado en rebeldía– en el seno de las Fuerzas Armadas, que hicieron descarrilar el proceso de transición abierto tras el derrocamiento de Omar Hasán Al Bashir después de 30 años de poder.
La guerra en Sudán ha devastado por completo el país y generado una de las mayores crisis humanitarias de tiempos recientes en África. El país suma, conflicto tras conflicto, casi siete millones de desplazados forzados y la última guerra se ha retroalimentado con un histórico conflicto intercomunitario en la región de Darfur, escenario, según ONG, de constantes atrocidades desde el estallido de la guerra.