MADRID, 11 Nov. (EUROPA PRESS) –
El primer ministro de Portugal en funciones, António Costa, ha comparecido este sábado para pedir disculpas y manifestar su vergüenza tras el hallazgo de sobres con más de 75.000 euros en efectivo en el despacho del jefe de gabinete de António Costa, Vítor Escária, en la residencia oficial del primer ministro.
«Debo decir a los portugueses que el hecho de que se hayan hallado aquí los sobres me avergüenza y debo pedir disculpas», ha explicad Costa, que ha resaltado que «probablemente no volveré a ejercer jamás un cargo público».
Costa ha insistido en el discurso de que gobernar es compatibilizar intereses públicos muchas veces contradictorio «y eso no se hace solo por decreto ni por arte de magia, sino con diálogo y acuerdos».
Los sobres estarían relacionados con presuntos delitos de prevaricación y corrupción vinculados al sector del litio y el hidrógeno verde. Hay cinco detenidos y el nombre de Costa aparece en la investigación.
Por ello el mandatario ha destacado que Portugal «no puede no aprovechar» el litio, fundamental para la fabricación de baterías, y ha subrayado que se ha dialogado para que el negocio avance y se protega el hábitat del lobo ibérico, siempre respetando el Estudio de Impacto Ambiental.
Sin embargo, ha reconocido un conflicto por el hecho de que Sines se designara en 1991 como zona de concentración industrial y en 1995 se declarara parte del Parque Natural del Suroeste Alentejano para su conservación.
Costa se ha referido también a «futuros gobiernos» para los que ha pedido «libertad de acción política» para aplicar sus políticas en referencia a la intervención del poder judicial. «A la justicia lo que es de la justicia y a la política lo que es de la política», ha afirmado.
En cuanto a su relación con uno de los implicados, Diogo Lacerda Machado, Costa ha destacado que jamás habló con él de esta cuestión y que hace mucho tiempo que no forma parte de su gabinete. Así, ha señalado como un «momento infeliz» en el que afirmó que Machado era su «mejor amigo». «Un primer ministro no tiene amigos y cuanto más tiempo ejerce, menos amigos tiene», ha remachado.