
No es una buena idea enfadar al Real Madrid y menos aún a sus jugadores. Y es evidente que el equipo blanco estaba molesto con el Valencia y su entorno desde lo sucedido en Mestalla el pasado mes de mayo. La respuesta a tanto comunicado y tanta portada contra Vinicius fue que el Madrid se lanzara a por una goleada de escándalo. Se quedó en cinco goles, pero pudieron ser ocho.
La mejor noticia para el Valencia fue precisamente esa, el 5-1. Para el Madrid, que los brasileños están de vuelta. Vinicius hizo dos y rozó el hat-trick, mientras que Rodrygo empieza a parecerse a Rodrygo e hizo otros dos. Con estos dos jugadores así y Bellingham, el Madrid puede aspirar a lo que quiera. Porque el centro del campo es de hierro y la defensa sigue creciendo, con Carvajal estelar y Lunin poniendo en aprietos a Ancelotti.
Camavinga por todas partes
El francés vuelve a vivir sus mejores días en el Madrid de mediocentro, posición que le queda como anillo al dedo. Cuando regrese Tchouaméni, seguro que Ancelotti vuelve a caer en la tentación del lateral, pero viendo cómo se desenvuelve en una y otra posición, parece claro que no hay debate: Camavinga es pivote. Y uno de los mejores del mundo, además. Sólo le falta la pausa de Kroos en algunas fases del juego para ser perfecto. Pero con 21 años y con el alemán aún vigente en el Madrid, casi mejor que no ponga freno a su energía.
Kroos y la falta casi perfecta
Sorprende las pocas faltas que ha lanzado Kroos como jugador del Real Madrid. El alemán no es muy de meterse en líos y por eso se aleja del barullo cuando son varios los jugadores que se pelean por coger el balón cuando hay falta en la frontal, pero debería hacer más presión y lanzar más, porque nadie golpea como él. Para un jugador que pone el balón donde quiere, las faltas deberían ser un juego de niños. Lo demostró ante el Valencia, con un libre directo casi perfecto a la escuadra. Estrelló el balón en el larguero, en un lanzamiento que recordó a las faltas de Messi. Ancelotti debería dar una orden clara en este sentido: tira Toni.
Lunin no lo va a poner fácil
Ancelotti se va a encontrar con un problema que no esperaba: Lunin. El italiano zanjó el debate en la tercera jornada de Liga dando la titularidad a Kepa, pero el regreso del ucraniano por la lesión de su compañero lo ha vuelto a abrir. Porque Lunin está impresionante, para casi todo lo que le llega (sólo cedió en el último disparo de Hugo Duro) y por arriba transmite más seguridad. Conociendo a Ancelotti, lo normal es que regrese Kepa a la portería cuando se recupere, pero la sombra de Lunin va a estar ahí toda la temporada.
Vinicius, golazo con el escudo
El 7 del Madrid sigue creciendo, al igual que su colega Rodrygo. El Madrid necesitaba sus goles sin Bellingham y parece que los dos se han puesto las pilas. Dos de Vini y dos de Rodrygo. A cual mejor. El 2-0 fue una maravilla, con la jugada de Rodry por la derecha y el remate de Vini con la única parte del cuerpo posible en esa jugada: con el pecho. Un recurso de lo que es, un crack. El 3-0, también de Vini, llegó con un disparo seco pegado al poste, muy de Mbappé.
Ancelotti fue justo con Brahim
Ancelotti fue justo con Brahim y premió su partidazo ante el Braga con su segunda titularidad consecutiva. No desapareció del mapa como le pasó tras jugar ante Las Palmas en septiembre. Justicia para el malagueño, que fue generoso en defensa, pero que no brilló tanto en ataque. Los focos se los llevaron estavez los brasileños, aunque Brahim se llevó una gran ovación del Bernabéu cuando fue sustituido. El chico gusta al aficionado del Madrid y poco a poco va convenciendo a Carletto, que también dio minutos a Nico Paz.