Policía y miembros del Ejército revisaron hoy el área por donde mañana circulará Bolsonaro e instalaron barreras de concreto en las puertas de entrada de la vía para evitar el paso de vehículos no autorizados.

Todavía no se sabe si el ultraderechista recorrerá la Explanada en un Rolls Royce “Silver Wraith” descapotable, como marca la tradición, o lo hará en un vehículo blindado, después de que la Policía Federal reveló que investiga una amenaza terrorista prevista durante la investidura.

La decisión final recaerá en manos del propio Bolsonaro, quien mañana sucederá en la Presidencial de Brasil a Michel Temer, después de vencer las elecciones de octubre con un 55 % de los votos frente al 45 % obtenido por le candidato progresista Fernando Haddad, ahijado político del encarcelado expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Tras dejar el Congreso, Bolsonaro recibirá la banda presidencial en el palacio de Planalto, en el marco de una ceremonia en la que está prevista la presencia de once jefes de Estado o de Gobierno, entre ellos el de Israel, Benjamín Netanyahu, con quien el futuro presidente ha estrechado los lazos.

La llegada al poder del capitán de la reserva del Ejército ha movilizado también a centenas de brasileños provenientes de diversas ciudades de país que se han trasladado hasta la capital brasileña para acompañar a Bolsonaro, un nostálgico de la última dictadura militar y polémico por un historial de declaraciones machistas, racistas y homofóbicas.