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Ayer fue presentado el estudio que analiza la evolución de la capital atlanticense en los últimos diez años. Reflexiones de los funcionarios del Distrito, académicos y empresarios.
La presentación del Informe de Calidad de Vida 2008-2016 de Barranquilla Cómo Vamos motivó ayer a que los funcionarios del Distrito, académicos y empresarios, se unieran para establecer las tareas pendientes de la ciudad, en la búsqueda de mejorar aspectos fundamentales para los ciudadanos como lo son la seguridad, salud, educación, empleo, finanzas y movilidad.
Durante el evento, que tuvo como escenario al Hotel Barranquilla Plaza, la directora de la iniciativa ciudadana, Rocío Mendoza, destacó que “Barranquilla está enrutada en lo básico”.
“En términos globales los principales indicadores sociales y económicos han mejorado; se ha avanzado en la superación de la pobreza, el mercado laboral mantiene su buena dinámica y la salud, y la educación van por buen camino”, dijo Mendoza.
Sin embargo, advirtió lo que para los barranquilleros no resulta una primicia. La ciudad aún no logra resultados contundentes en materia de movilidad y seguridad, los dos campos con resultados más preocupantes del informe. Además, la gestión ambiental no muestra resultados positivos.
Ante ese panorama, algunos secretarios de la Alcaldía, docentes universitarios, investigadores y expertos, tomaron la vocería e intercambiaron conceptos. Como resultado de una mañana entre debates y reflexiones, coincidieron en hacer mayores las apuestas por las siguientes estrategias.
Barranquilla obtuvo la cobertura universal a partir de 2010, con una mayor participación del régimen contributivo a pesar del alto crecimiento que ha presentado el régimen subsidiado, un hecho que si bien celebra la secretaria de Salud, Alma Solano, expresa que “sigue siendo nuestro reto”. “Necesitamos que los tiempos de espera en la clínica disminuyan, que los accesos se garanticen y que no haya barreras por nada”, dijo la funcionaria. Sobre el aumento de la incidencia de casos de VIH y tuberculosis y disminución de la mortalidad, apostilló: “Es algo positivo porque quiere decir que estamos haciendo diagnósticos oportunos”.
La principal tarea en materia educativa, según coincidieron los expertos, es incrementar la cobertura y la calidad en los niveles de educación de transición y media, donde los datos registran menores tasas. Según el director del Instituto de Estudios en Educación en la Universidad del Norte, José Aparicio, se trata de “tener ese balance necesario que debe haber entre la infraestructura para cumplir la jornada única y la calidad en la formación de ciudadanos”. Sobre el tema, la secretaria de Educación del Distrito, Bibiana Rincón, expresó que “lo que queremos es que todas nuestras instituciones tengan calificaciones A y A+”.
De acuerdo con el Índice de Calidad Ambiental Urbana, Barranquilla es de las ciudades con peores niveles de calidad ambiental y sólo está por encima de Cartagena y Cúcuta. A lo anterior se le suma que cada barranquillero cuenta con apenas 1.05 metros cuadrados de espacio público, pese a que el ideal sea de mínimo 9 m2 por cada uno. Sobre el tema, el director del Observatorio de Condiciones Socioeconómicas del Atlántico (Ocsa) Andrés Vargas, expresó que “es urgente” conocer la calidad y el estado de los cuerpos de agua y del aire en la ciudad. También dijo que se deben tomar medidas frente a los riesgos cambio climático.
Durante los últimos diez años las muertes violentas en Barranquilla aumentaron un 8%; los homicidios un 4%; y los hurtos un 39%. Ante estas cifras preocupantes, el director del Instituto de Desarrollo Político Institucional en la Universidad del Norte, Luis Trejos, hizo énfasis en que la ciudad necesita fortalecer la inteligencia policial y la investigación criminal, teniendo en cuenta que “es innegable que hay estructuras de crimen organizado”. También instó a repensar la operación de los cuadrantes del suroccidente, de forma que “se puedan cubrir los puntos más importantes”. “Se necesita más presencia institucional”, agregó.
Los accidentes de tránsito se dispararon entre 2008 y 2016, al pasar de 4.329 a 6.516. Además, incrementaron las infracciones en las vías, por lo que el miembro del Grupo de Investigaciones en Transporte (Transvía) Víctor Cantillo, consideró que “en lo primero que hay que invertir es en la educación vial”. “La prioridad no es el automóvil sino las personas, por eso hay que invertir en el medio que sea más efectivo, es decir, en el transporte público y medios activos como la bicicleta”, dijo el experto. Sobre eso, el secretario de Tránsito, Fernando Isaza, aseguró que “por eso nuestro principal reto es concienciar a todos nuestros actores viales”.
Por primera vez, en la vigencia 2016, la ciudad se posiciona en el primer lugar en el indicador de inversión per cápita con un monto cercano de $1,7 millones por habitante. Por eso, indicó la investigadora de Fundesarrollo, Adriana Restrepo, el mayor reto a mediano plazo será “planificar mejor la inversión, no solo en términos de su ejecución sino en su mantenimiento”, para que las decisiones sean ajustadas al ritmo de los ingresos. El economista Jairo Parada lo advirtió de la siguiente manera: “Hemos tenido un gasto acelerado y los barranquilleros están felices viendo las obras, pero deben saber que no habrá almuerzo gratis”.
ELHRALDO