Para la Organización Mundial de la Salud, es la pobreza la enfermedad que produce más muertes en el mundo, evidenciándose una gran diferencia entre los países con menor desarrollo y los desarrollados. La pobreza afecta a más de 1000 millones de personas en el mundo. El 70 % son mujeres, según datos del Fondo de las Naciones Unidas.(2020).
Según el Banco Mundial de Desarrollo, unas 700 millones de personas viven con menos de 2,15 dólares u 8.500 pesos colombianos al día (o línea de pobreza extrema). La pobreza extrema sigue concentrada en partes de África subsahariana, zonas frágiles y afectadas por conflictos, y áreas rurales. En Colombia el 36.6 % de la población sigue siendo pobre y 12.1 % en el extremo, a pesar de una reducción en el último año. (DANE 2024).
La pandemia de la covid-19 y otros procesos mundiales devastadores, como huracanes, cambios climáticos, guerras y migraciones, han aumentado los índices de pobreza. Los países de bajos ingresos han sido los más perjudicados, así, en el 2022, un total de 712 millones de personas vivían en la pobreza extrema en todo el mundo, con un aumento de 23 millones en comparación con el 2019. Según la Organización de Naciones Unidas (ONU), existen 165 millones más de personas pobres en el mundo después de los últimos tres años de crisis mundial.
Al paso que vamos, el Objetivo de Desarrollo Sostenible de poner fin a la pobreza extrema para 2030 sigue siendo inalcanzable. Algunos estudios sugieren que el estrés de ser pobre tiene una importante influencia en la salud, en personas de estrato socioeconómico bajo, quienes tienen dramáticamente más riesgo de enfermar y una expectativa de vida más corta. Hay una fuerte asociación entre inequidad en los ingresos, pobre salud y bajo capital social Según el Banco mundial, para erradicar la pobreza es necesario abordar sus múltiples dimensiones.
Los países no pueden enfrentar adecuadamente este problema sin mejorar también el bienestar de las personas de manera integral, lo que incluye un acceso más equitativo a la salud, a la educación, infraestructura y servicios básicos, entre ellos los servicios digitales. Los responsables de formular políticas públicas deben colocar todos sus esfuerzos para hacer crecer las economías de los países que dirigen, para de esta forma se puedan aumentar los puestos de trabajo, al lado de empleos con mejor calidad de vida que mejore a los más necesitados.
La educación y el empleo son las formas principales para reducir la pobreza y disminuir la desigualdad, con manifestaciones en grandes comunidades, y empoderamiento de los nuevos líderes y generaciones. La pobreza genera mala salud, y la mala salud hace que los pobres sigan siendo pobres, lo que nos lleva a un círculo vicioso necesario de romper.